martes, 18 de mayo de 2010

CALENDARIO GREGORIANO

El calendario gregoriano es el usado en la actualidad internacionalmente, y el propio del mundo occidental.
Constantino, además de establecer el
descanso semanal, decretó varias fechas fijas para celebrar fiestas, como Navidad. Pero se planteó un problema para determinar la fecha de la Pascua de Resurrección, y es que había sido durante la pascua judía, y esta, al depender de un calendario de base lunar, era una fiesta móvil en el calendario solar. La cuestión de la determinación de la Pascua de Resurrección se trató de resolver en el primer concilio de Nicea (325), el primer gran concilio de la cristiandad, y el de la creación de una Iglesia universal (católica) que estuviese ligada al Estado. Entre todos los dogmas y doctrinas que salieron del concilio, a nosotros nos interesa la solución que dieron para fijar la fecha de la Pascua de Resurrección: el primer domingo posterior a la primera luna llena después del equinoccio de primavera, excepto si coincidía con la pascua judía. Ante la imposibilidad, para la época, de precisar cuándo se produciría el siguiente equinoccio vernal se decretó que fuese, invariablemente, el 21 de marzo. Esta solución planteará un problema muy grave para los cristianos, cuando se haga evidente que el calendario juliano pierde un día cada 128 años, y por lo tanto cada año se hacía más notorio que la fecha de la Pascua de Resurrección se atrasaba con respecto al equinoccio. Además, hubo dos fórmulas para calcular la fecha de la Pascua; la de los astrónomos de Alejandría, que tomaba como referencia el 21 de marzo y la de la Iglesia de Roma que tomaba como referencia el 25 de marzo. Con el tiempo se celebraría la Pascua en fechas diferentes. Se hacía necesaria una reforma.
El calendario gregoriano consta de doce meses: enero (31 días), febrero (28 ó 29), marzo (31), abril (30), mayo (31), junio (30), julio (31), agosto (31), septiembre (30), octubre (31), noviembre (30) y diciembre (31); y de una semana de siete días: lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo; que es independiente del mes. Para el cómputo eclesiástico el primer día de la semana es el domingo. Los días del mes se numeran correlativamente.
El calendario gregoriano cuenta los años desde el nacimiento de Cristo: la era Cristiana. Esta costumbre ya venía practicándose con el calendario juliano desde el siglo VI en Italia y desde el siglo VIII de manera generalizada. Fue Dionisio el Exiguo quien en el año 527, realizó los cálculos, determinando que el nacimiento de Cristo había tenido lugar el 25 de diciembre del 753 desde la fundación de Roma (ab urbe condita), pero se equivocó en cuatro años. Este cómputo se aceptó a pesar de haber sido reconocido como erróneo, en al menos cuatro años y en la fecha concreta. La era Cristiana fue defendida, para las dataciones, por el papa Bonifacio IV en el año 607, y se fue adoptando lentamente en todo el mundo cristiano. El impulso definitivo los recibió de Carlomagno, que lo empleó para sus dataciones oficiales. En España comenzó a usarse en el siglo VII, aunque para documentos oficiales no se utilizó hasta el siglo XIV.
Hasta que no se adoptó el calendario gregoriano, y la costumbre de comenzar el año el 1 de enero, que era la fecha sancionada por la bula papal, se usaron diferentes fechas, que conviene tener en cuenta a la hora de datar hechos. Dionisio el Exiguo adoptó el 25 de marzo, día de la anunciación de la Virgen, como el comienzo del año y de la era Cristiana (estilo de la Encarnación). Esto se usó en Pisa hasta 1745, y en la corona de Aragón desde 1180 hasta el siglo XIV, tanto en Pisa como en Florencia hacían comenzar la era Cristiana el año anterior al cómputo, por lo que sumaban un año más. En Francia el año comenzaba por Pascua hasta 1563, por lo que el comienzo del año era variable. Lo más normal fue considerar que la era comenzaba el 25 de diciembre (estilo de la Natividad), usado en la mayoría de los reinos cristianos entre los siglos XIII y XV. Según esto Carlomagno, que fue coronado el día de Navidad del año 800, sería investido el primer día del año 801. La costumbre de comenzar el año el 1 de enero, como en la tradición romana es el estilo de la Circuncisión o estilo moderno. Este estilo se adoptó, en España, a comienzos del siglo XVI en Navarra y a comienzos del siglo XVII en el resto de la península, excepto en Cataluña que no lo adoptaría hasta finales del siglo XVIII. La mayoría de los reinos cristianos comenzaron a usar el estilo de la Circuncisión a lo largo del siglo XVI.
La reforma gregoriana fue aceptada inmediatamente por los países católicos: España, Portugal e Italia. Francia lo adoptó en 1582, pero en diciembre (se pasó del 9 al 20 de diciembre); Dinamarca en 1582, los Países Bajos en 1583, los estados católicos de Alemania en 1584, los cantones suizos entre 1583 y 1590, Polonia en 1587, Hungría en 1590. Los estados protestantes no admitieron la reforma hasta 1700, la decisión se tomó en 23 de octubre de 1699, según la cual del 18 de febrero de 1700 se pasaba al 1 de marzo. Inglaterra no adoptó el calendario hasta 1752 (del 2 al 14 de septiembre, ya que se había acumulado un día más de retraso). Los últimos en adoptar, oficialmente, el calendario gregoriano han sido: Japón, 1873; China, 1912; Rusia, 1918 (hubo de quitar 13 días, del 1 al 13 de febrero); Rumanía y Yugoslavia, 1919; Grecia, 1924 y Turquía, 1927.